«¿Sabías que…?» MARATONIANAS PIONERAS

El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer y por ello desde el Club de Maratón Ala 14, queremos rendir un homenaje a todas aquellas mujeres que con mucho esfuerzo y sacrificio son capaces de dedicar tiempo a correr. Para ello vamos a recordar algunos datos curiosos sobre ciertas corredoras que llevaron a cabo destacadas gestas con el fin de lograr que se aceptase la participación de mujeres en maratones, tanto profesionales como populares.

No está claro quien fue la primera mujer que corrió la distancia de una maratón. Según las fuentes que se consulten pueden aparecer unos nombres u otros. Por ello vamos a resaltar las hazañas de varias corredoras que demostraron un gran coraje para luchar contra una injusta situación, que no les permitía participar en una maratón en igualdad de condiciones que los hombres. Parece que fue Stamis Rovithi la primera mujer que corrió una maratón, cuando en las olimpiadas de Atenas de 1896 (las primeras de la era moderna) realizó el trayecto entre Maratón y Atenas por un recorrido paralelo al oficial; al llegar al estadio olímpico, ya casi vacío, no le permitieron acceder a a pista, por lo que rodeó el estadio por el exterior. Tardó unas 4 horas y media.

El 3 de octubre de 1926, Violet Percy corrió la maratón popular de Chiswirck, finalizando la prueba en 3 horas, 40 minutos y 22 segundos, marca que años más tarde fue considerada por la IAAF como récord oficial femenino, que se mantuvo durante casi 40 años. El 19 de abril de 1966 cobró protagonismo la valiente Roberta Gibb al ser la primera mujer en correr la maratón de Bostón. Solicitó a la organización la posibilidad de correr, pero al denegárselo, decidió correr oculta entre los demás corredores. Se puso un bañador y sobre él unas bermudas de su hermano y una sudadera con capucha para ocultar su pelo. Unos días antes se había comprado sus primeras zapatillas de correr, unas adidas de niño de la talla 38. Estaba oculta tras unos arbustos junto a la línea de salida y cuando comenzó la prueba se sumó a ella corriendo entre los participantes, muchos de los cuales le animaban. El calor le hizo quitarse la sudadera, con lo que quedó patente su condición femenina. Acabó con grandes molestias en los pies, pues las zapatillas eran nuevas, pero logró terminar con un tiempo de 3 horas, 21 minutos y 40 segundos, quedando en el puesto 124 de 450 corredores.

Probablemente uno de los momentos más importantes lo protagonizó Kathrine Virginia Switzer el 21 de abril de 1967 en la maratón de Bostón. Fue la primera mujer en participar con dorsal oficial, que obtuvo al inscribirse con las iniciales de su nombre, K.V., lo que ocultaba su condición de mujer. Tomó la salida con el dorsal 216, pero a los pocos kilómetros fue identificada por un juez de la prueba que la quiso obligar a abandonar diciéndole «sal de mi puta carrera». Kathrine no se amilanó y, ayudada por su entrenador y su novio, que corrían con ella, continuó hasta completar el recorrido en 4 horas y 20 minutos. A partir de aquí, Kathrine se dedicó a luchar para que se permitiera a las mujeres correr maratones al igual que los hombres. En 1972 logró que se abriera a las mujeres la participación en maratones. En 1974 ganó la maratón de Nueva York y en 1975 logró su mejor marca, precisamente en la maratón de Bostón, con 2 horas, 51 minutos y 37 segundos.

Todos debemos estar agradecidos a la lucha de estas corredoras y de otras muchas más anónimas, que han contribuido a fomentar la práctica de las carreras entre las mujeres, a las que, afortunadamente, cada vez podemos ver en mayor número en todo tipo de pruebas, tanto profesionales como populares. Gracias a todas por su ejemplo, tesón y entrega.

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